Cuando mis hijos estaban pequeños vi en una casa una muñeca grande casi del tamaño de un niño pequeño de un año, observé bien y mire como estaba confeccionada, pregunte a la creadora de esta muñeca llamativa, ella la llamaba la llorona, porque tenía su rostro escondido con un sombrerito y sus manos juntas sobre su rostro. Bueno en ese momento me decidí que haría unos ejemplares para 3 mis hijos.
No quería hacer una muñeca llorando y con sus manos juntas, entonces decidí que iba a cambiar el patrón. Pinte los rostros, confeccioné las manos y los brazos y las piernas salieron de un mameluco, o enterizo, es una ropita entera para cubrir a los bebés. Luego con la enseñanza de la creadora, fui con el carpintero e hice hacer unos soporte de madera para sus piernas. Cuando ya estuvieron rellenadas debidamente (las rellené con fibra sintetica), les puse ropita de bebé y luego entregué a mis hijos sus muñecas, hice dos para las niñas y un muñeco para mi hijo varón.
Que alegría, pudieron jugar con ellos hasta que quisieron. Los muñecos siguen sirviendo de adorno en la casa y de juguete para mi sobrina. Ella es la de la foto, se llama Dana, ella juega con ellos desde que tenía pocos meses. Me complace, saber que podemos crear con nuestras manos, cosas para que jueguen nuestros hijos, y no solo esperar un juguete comprado en la tienda. A veces estas cosas son mas valoradas por ellos, y tienen mas duración.
Espero puedan confeccionar sus propios muñecos ustedes también. Es fácil y divertido y no cuesta mucho. Y usted podrá tener un adorno, después que ellos ya no lo necesiten para jugar, algo que quedará en su casa para sus sobrinos, e incluso nietos.
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